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Respirador y Mascarilla: ¿Cuál usar?

La palabra mascarilla o respirador son términos que meses atrás se incorporaron sorpresivamente en el vocabulario de los habitantes del mundo, pero, realmente sabemos cuál es la diferencia entre estos y cómo realmente nos protegen.

La principal diferencia entre estos dos equipos de protección, radica en que, el respirador está diseñado para reducir la exposición del usuario a partículas en el aire, es decir, protege al usuario, mientras que, la mascarilla quirúrgica ayuda a que las partículas biológicas como bacterias y virus, sean expulsadas por el usuario al medio ambiente o que entren en contacto con otras personas.

Específicamente, las mascarillas están diseñadas para crear una barrera ente el usuario y el entorno de trabajo, incluyendo materiales y personas, estas están creadas para evitar que la saliva y mucosidad del usuario lleguen a un paciente (en el caso médico) u otra persona. Muchas mascarillas están diseñadas para resistir que fluidos o salpicaduras de sangre tengan contacto con la nariz o boca. Este tipo de dispositivo no se clasifica como protección respiratoria porque no proporcionan protección respiratoria certificada por NIOSH o FDA (con algunas excepciones).

Por su parte, los respiradores son diseñados para reducir la inhalación de pequeñas partículas, se consideran protección respiratoria porque son equipos certificados por NIOSH al tener un elemento filtrante, (Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Ocupacional, es la agencia federal encargada de hacer investigaciones y recomendaciones para la prevención de enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo). Estos están diseñados para crear un sello hermético a la cara, con el fin único de no permitir que ingresen partículas que puedan afectar al usuario.

Durante la pandemia, muchos de los respiradores se conocen como N95, pero existen diferentes tipos según el porcentaje de filtración y su capacidad de funcionamiento cuando se expone a aceites, según OSHA, la clasificación se deriva de “N”: no resiste a aceites, “R”: relativamente resistentes a aceites, por último, “P”: muy resistente a aceites o pruebas de aceites.

Las diferencias de los respiradores y las mascarillas radican en su uso, ajuste a la cara, protección, tiempo de uso, proceso de prueba, aprobación y certificación. Las mascarillas se utilizan para realizan un procedimiento especifico y deben ser desechadas inmediatamente después, por ejemplo, la atención de un paciente; en el caso de los respiradores, el tiempo de uso debe distinguirse adecuadamente, tomando en cuenta la exposición al riesgo al que se enfrente.

Fuente:

www.cdc.gov

www.osha.gov

https://multimedia.3m.com

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