Al igual que cada equipo de protección personal, los zapatos de seguridad están diseñados para proteger a la persona trabajadora de riesgos específicos que varían según la labor que debe realizar, es por esto que su elección debe basarse en la necesidad profesional y de este modo garantizar seguridad.
Contemplar aspectos como la comodidad o uso de la talla correcta es importante, sin embargo, es clave pensar en todo momento en la seguridad y saber puntualmente cuál es el uso que se le dará al calzado ya que existen diversos tipos; entre ellos destacamos:
Calzado de protección para uso general. Este tipo de zapato está diseñado para utilizarse en actividades en donde la persona trabajadora no esté expuesta a riesgos físicos, como por ejemplo acción mecánica.
Calzado de protección con puntera. Este tipo de zapato protege en gran medida los dedos del trabajador, lo hace ante riesgos como caída de objetos pesados, golpes fuertes o posibles lesiones por acción mecánica, ejemplo: aplastamiento.
El calzado de protección dieléctrico está diseñado especialmente para uso en zonas donde existe el riesgo por descarga eléctrica; este tipo de calzado es el que debe de utilizar el trabajador que opera con electricidad. Mientras que dentro de la rama eléctrica también debemos de mencionar el calzado de protección antiestático que es aquel que presenta resistencia y capacidad disipativa media frente a descargas eléctricas provocadas por cargas electroestáticas.
El calzado de protección metatarsal es aquel que cuenta con un componente integral que protege el empeine del pie contra impactos directos a metatarso (huesos largos del pie que conectan el tobillo con los dedos)
Existe también el zapato de seguridad diseñado contra la penetración de objetos, principalmente a través de la planta del pie, protegiendo de lesiones como incrustación. Y entre los principales tipos de calzados, no podemos omitir el calzado con protección impermeable, este protege no solamente de elementos como el agua, sino también de filtración de líquidos o polvos finos que puedan resultar perjudicial para el trabajador.
Independientemente del tipo de trabajo a realizar o el EPP a elegir, no se debe de pasar por alto el cumplimiento de las normas de seguridad establecidas a nivel nacional e internacional, así como la indicación de la persona profesional en Salud y Seguridad Ocupacional a cargo del proyecto o el trabajo en específico, recordando que tanto la comodidad como la seguridad debe de ir de la mano para garantizar la integridad de nuestros trabajadores.
